Siemens Gamesa impulsa las carreras STEM en México

Madrid / 4 de septiembre de 2020

En México, el abandono escolar crece a medida que los jóvenes tienen más edad. Según la Encuesta Intercensal 2015 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo el 84% de los estudiantes entre 12 y 17 años van a clase, es decir, unos dos millones de adolescentes están fuera del sistema educativo. Este abandono de los estudios se debe a la precariedad estudiantil o la falta de recursos económicos. Por ello, Siemens Gamesa trabaja junto a la Fundación Axcel en el proyecto Fab Lab Edu: reducción de la deserción escolar en México a través de la tecnología, este proyecto ha hecho que algunos jóvenes quieran ahora continuar con sus estudios y ha llenado de esperanza e ilusión a sus familias.

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El objetivo del proyecto Fab Lab Edu es claro: paliar o reducir de manera considerable el abandono escolar entre los adolescentes en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esta localidad mexicana sufre mucha precariedad estudiantil y económica, lo que provoca una dificultad enorme para que los jóvenes continúen con sus estudios una vez pasado el primer periodo de la enseñanza secundaria. Así lo afirma Diana Sanz, coordinadora de proyectos de Fundación Axcel, que relaciona el abandono escolar a “la falta de interés, el adentrarse en el mundo laboral o a la falta de recursos económicos”.

Desde 2018, esta organización trabaja con programas como este para desarrollar las habilidades blandas y competencias técnicas en los estudiantes de secundaria “a través del uso de la tecnología y la incorporación de conocimientos técnicos en las áreas de programación, electrónica, robótica y fabricación digital”, explica Sanz. Como compañía conocedora de la vital importancia de enseñar las áreas STEM entre los más jóvenes, Siemens Gamesa se ha involucrado y ha aunado esfuerzos para impulsar este programa.
El proyecto se centra en talleres STEM
Una oportunidad para los jóvenes
Un total de 115 estudiantes se han beneficiado de este proyecto y tienen ahora más claro hacia dónde dirigir su futuro académico. Antes de comenzar, se decidió hacer un test vocacional a los alumnos, donde un 79% de ellos nunca había tenido la oportunidad de realizar uno. El resultado fue que un 30% de ellos tenían interés por el campo de la Defensa y Seguridad, debido a las series de televisión que veían como NCIS, Hijos de la Anarquía o Narcos. Además, a esto se le unía que percibían a los profesionales de la seguridad como medios de ostentación de poder, influencia o autoridad. Tras la realización de los talleres, los alumnos han empezado a interesarse más por las áreas STEM. 
Uno de los estudiantes, después de haber cursado el taller de fabricación digital, decidió inscribirse en otro de programación web, dado al interés que el anterior curso le despertó en las habilidades tecnológicas.
Un rayo de luz para las familias
Las familias y los propios niños han visto cómo la percepción de su futuro académico ha cambiado. Eva Jiménez, madre de Alondra Peña, alumna del proyecto, se muestra agradecida. Ha podido comprobar cómo tanto la autoestima como las calificaciones de su hija han aumentado. Alondra Peña antes quería ser abogada, pero su idea cambió después de realizar los talleres, ya que le llamó mucho la atención diseñar “ahora, me gustaría ser una empresaria y tener mi propio negocio de ropa o algo que pueda crear”, comenta. Su madre explica que su idea de ser jurista era algo que lo hacía por costumbre. “Es muy grato que ella esté interesada en hacer algo que le guste, tiene ganas de salir adelante gracias a lo que les están enseñando. Supongo que notaron que se cree en ellos”.

Esta madre reclama que el proyecto se lleve a cabo para todos los alumnos porque “les nace el amor en ser alguien en la vida”.

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